Sartén de hierro forjado Turk

Sartenes de hierro forjado para uso profesional
Las sartenes de hierro forjado de Turk convencen por su calidad artesanal, su muy buena conductividad de la temperatura, su robustez y su larga vida útil. Con esta sartén hecha de hierro forjado en caliente adquieres una pieza muy especial, que el maestro herrero de Turk fabrica él mismo a mano. Este trabajo a mano se puede reconocer porque el mango no está soldado, sino forjado al cuerpo de la sartén, formando así una sola pieza. Gracias a este proceso artesano se crea una sartén de hierro forjado de la más alta calidad que disfrutarás toda la vida. Es apta para todo tipo de cocinas, incluso inducción.

• Hecha a mano de hierro forjado
  
• Bajo consumo de energía
  
• Ultra resistente
  
• Resiste rayadas y arañazos
  
• Fácil de limpiar
  
• No modifica el sabor de la comida
  
• Hecha en Westfalia
  
• Para todo tipo de cocina, incluido brasas o fuego

Una sartén de hierro forjado para toda la vida
Las sartenes de hierro son extremadamente robustas y, si se cuidan adecuadamente, te servirán durante toda la vida. Esta sartén es extremadamente resistente a arañazos y rayadas e incluso después de muchos usos, su calidad no disminuye. Al contrario, muchos entusiastas afirman que una sartén de hierro forjado mejora con el tiempo y con el uso. El hierro forjado, además, no modifica el sabor de los alimentos, así que es perfecta incluso para un uso profesional. Ya puedes probar tu nueva sartén de hierro forjado que te durará toda la vida. Turk lleva fabricando artículos de hierro forjado en Westfalia desde 1857, lo que es una clara garantía.

Primer uso y mantenimiento
Las sartenes de hierro forjado se pueden utilizar con todo tipo de cocinas y tienen una larga durabilidad si se tienen en cuenta las siguientes instrucciones:

La base de la sartén debe ajustarse exactamente a la placa de cocción, es decir, la base de la sartén no debe ser más grande que la placa de cocción. Antes del primer uso la sartén debe limpiarse muy bien poniéndola en agua caliente con lavavajillas durante 15 minutos. Después hay que enjuagarla y limpiar con agua caliente con un cepillo y secar. Una vez seca la sartén se la debe preparar antes de usarla de la siguiente manera:

Pon con grasa/aceite de manera que el fondo de la sartén quede bien cubierto. La grasa/aceite debe ser de muy buena calidad para que pueda aguantar altas temperaturas (recomendable aceite de coco o grasa animal). Calentar la sartén y la grasa lentamente. Añadir rodajas o cáscaras de patata con una cucharadita de sal. Freír bien las rodajas/cáscaras hasta que la base de la sartén empiece a oscurecerse. Cuando las rodajas/cáscaras están listas y crujientes, vaciar la sartén, lavarla y secarla cuidadosamente.

No olvides que la sartén está hecha de hierro forjado y hay que engrasarla o aceitarla después de cada limpieza con detergente para protegerla de la corrosión. Para ellos se puede utilizar, por ejemplo, aceite de oliva y una toalla de papel. Al principio hay que utilizar más grasa o aceite. Cuanto más lo apliques y más oscuro se vuelva el fondo de la sartén, menos grasa o aceite necesitarás.

Instrucciones de seguridad
Nunca hay que calentar la sartén sin grasa o aceite. Las asas de la sartén se calientan con la transmisión de la temperatura de la propia sartén.